Como todos los años intentamos darles una alegría y un día especial con una celebración navideña donde se cocina comida diferente, es esperada durante meses y apetitosa. Consiste en arroz y guiso de cordero.
Arroz
Este año fue difícil conseguirlo ya que no encontrábamos arroz en el mercado y el que encontrábamos es demasiado caro para comprarlo nosotras, en España una diferencia en céntimos es inapreciable pero que a las monjas las tuvo en jaque durante días.
Gracia a la perseverancia y control del gasto de las monjas se pudo obtener un precio justo y así comprar el arroz suficiente para cocinar 160 raciones en la fiesta. Las ollas no son suficientes y hay que cocinar el arroz en 2 tandas.
Antes de cocinarlo se realiza el proceso de limpieza, todo es diferente en Bededjia, el cocinado no se parece a lo que conocemos.
El arroz hay que limpiarlo antes, tamizarlo y quitarle las piedras, son 4 niñas las que realizan ese trabajo, la primera lo tamiza haciéndolo saltar en una bandeja de mimbre, se lo pasa a la segunda que repite la operación y ella a la tercera, por último, una niña pequeña va revisando el recipiente donde se deposita definitivamente el arroz y retira con la manita las piedras o impurezas que se han podido escapar a la criba.
Carne
También se cocina la oveja o cordero, no se desaprovecha nada, la casquería se cocina por una parte, todas las vísceras haciendo un guiso y la carne magra por otro lado. Distintos fogones que trabajan al unísono.
Los niños participan activamente en el cocinado, un conjunto de pequeños y dinámicos ayudantes, bajo la supervisión de nuestra cocinera Nafisa.
Todo este proceso lleva horas, para poder ofrecer luego la comida de fiesta a nuestros más de 150 niños del proyecto.
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